La fase final de estas pruebas consiste en el recorrido de los motores a potencia máxima para asegurar la seguridad de vuelo. En el interior del avión cisterna fueron instalados múltiples equipos para monitorizar el funcionamiento de todos los sistemas durante las pruebas.
También se comprobó el debido funcionamiento de los sistemas de evacuación de la tripulación. Así, para que el navegador pueda abandonar el avión, su cabina está provista de una escotilla especial (minuto 00:50 del vídeo).
Con un empuje de 60 toneladas, los motores del nuevo avión son más potentes que los de su antecesor, el Il-76M-90A. Gracias a ello puede transportar más combustible, hasta 52 toneladas. Al ser estos motores más económicos, el alcance del Il-78M-90A aumentó en un 20%.
Los niveles de ruido y emisiones han disminuido considerablemente para ajustarse a los estándares internacionales. También fueron actualizados los equipos y sistemas internos del avión.
La cabina de pilotos y los puestos de mando de los demás miembros de la tripulación han sido digitalizados. De ese modo aumentó el espacio interno y mejoró la calidad de trabajo de los tripulantes.
El Il-78M-90A es capaz de reabastecer simultáneamente hasta tres aviones en pleno vuelo y hasta cuatro durante el estacionamiento terrestre. Gracias a la avanzada mecanización del ala, su superficie puede aumentar en un 40%. Este hecho le confiere una mayor variedad de prestaciones.
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