El 17 de diciembre, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, en una entrevista con una emisora de radio, adelantó que se estaban concretizando un documento en el que Armenia se comprometía a no albergar a militares de terceros países. En la Cancillería armenia precisaron que se refería a laboratorios biológicos.
"Armenia no mantiene negociaciones sobre el despliegue de militares de terceros países en su territorio", dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores del país caucasiano, Anna Nagdalián.
Antes, las autoridades armenias aseguraron que controlan un laboratorio construido con financiación estadounidense.
En Rusia genera inquietud la actividad de los laboratorios militares estadounidenses en los países vecinos.
El miércoles, el exministro de Seguridad de Georgia, Ígor Guiorgadze, denunció que más de 190 personas fallecieron entre 2015 y 2016 en un laboratorio estadounidense establecido en Georgia, en el que, según informes rusos, se realizan experimentos en humanos.
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Georgia y EEUU han negado todas las acusaciones.
Informes rusos apuntan que los militares estadounidenses están construyendo instalaciones similares también en Azerbaiyán, Ucrania y Uzbekistán.