Según informaciones de la comisaría Nº82, con sede en el municipio de Maricá, el sospechoso fue detenido en Guapimirim (las dos son localidades de las afueras de Río de Janeiro).
El expolicía detenido este 18 de diciembre habría en el vehículo que llevaba al asesino de la concejala y del conductor del auto en el que viajaba, Anderson Gomes.
Franco y Gomes murieron el 14 de marzo de varios disparos cuando circulaban por el centro de Río de Janeiro, y a pesar de que el crimen no se resolvió pasados nueve meses, en los últimos días hubo nuevos avances en el caso.
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La semana pasada, la Policía Civil cumplió 15 órdenes de prisión, búsqueda y aprehensión de documentos en varias ciudades del estado de Río y en Juiz de Fora, una localidad del vecino estado de Minas Gerais (también en el sureste), pero la policía no comunicó el total de detenidos.
El 14 de marzo, el secretario de Seguridad de Río de Janeiro, Richard Nunes, afirmó en una entrevista que Franco fue asesinada porque interfirió en intereses que milicianos tenían en terrenos en la periferia de la ciudad.
Las milicias (grupos paramilitares formados en muchos casos por antiguos militares, bomberos o policías) dominan buena parte de Río de Janeiro, y desde el principio de las investigaciones se piensa que podrían estar tras la muerte de Franco.