"No, ese tema, formulado de ese modo, no está en el orden del día, ni siquiera se debatió y de ello no se ha conversado en ningún momento", dijo a la prensa, al responder a las especulaciones acerca de que los dos países tienen previsto unirse con Putin como presidente y con el rublo como moneda a partir de 2024.
"Bielorrusia es nuestro aliado con letras mayúsculas", afirmó el funcionario.
Según el portavoz, los planes de integración en el marco de la asociación de Estados de Rusia y Bielorrusia están inscritos en documentos aprobados anteriormente.
"Respecto a los planes de ampliar la integración en el marco de la asociación de Estados, pues estos ya están inscritos conceptualmente en los documentos existentes en el arsenal de la base de acuerdos legales", añadió.
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La semana pasada Lukashenko declaró que planea reunirse con el líder ruso para debatir asuntos pendientes.
Detalló que el tema principal de las negociaciones será la maniobra fiscal petrolera de Rusia que consiste en reducir a cero los aranceles a exportaciones de petróleo para el año 2024 y al mismo tiempo aumentar proporcionalmente el impuesto a la explotación minera.
Religión en Ucrania
El portavoz tambien dijo que Moscú no trata de influir en los asuntos religiosos, a diferencia del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que en su país participa directamente en ellos.
"El enfoque de nuestra Iglesia Ortodoxa rusa es bien conocido, y ustedes saben que se trata de asuntos eclesiásticos, (…) nosotros no creemos que tengamos derecho a injerir en esos procesos", dijo el portavoz en una rueda de prensa.
Peskov subrayó que la actividad cismática en Kiev está vinculada estrechamente con la política, algo que va en contra de los cánones religiosos.
A pesar de que en la Constitución del Estado ucraniano está plasmado su carácter laico, las autoridades del país constantemente interfieren en la vida religiosa del país.
Precisamente accediendo a la solicitud del Gobierno de Kiev, apoyado por EEUU, el Patriarcado con sede en Estambul anunció que comenzaba el proceso de otorgamiento de la autocefalia a una alianza de iglesias no canónicas de Ucrania.
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El 15 de diciembre Poroshenko, tras el llamado Concilio de Unificación, no reconocido por la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, anunció la creación de la iglesia autocéfala ucraniana.
En la reunión, en calidad de jerarca de la nueva y no canónica Iglesia Ortodoxa Ucraniana "autónoma" fue electo el metropolitano Epifani (Dumenko).
El metropolitano Ilarión, jefe de Exteriores de la estructura eclesiástica rusa, declaró en octubre pasado que Constantinopla ha perdido su derecho a considerarse el centro coordinador de la Ortodoxia a nivel mundial, pero el Patriarcado de Rusia espera que el patriarca de Constantinopla, Bartolomé, revoque su decisión de otorgar la autocefalia a la Iglesia Ucraniana.
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Mientras eso no ocurra, el Patriarcado constantinopolitano se considerará escindido.
La víspera se informó que Bartolomé invitó a Epifani (Dumenko), a visitar Estambul el 6 de enero, el día de la Epifanía, para entregarle el 'Tomos' (decreto) de autocefalia.