"Nuestra posición sobre el bloqueo de Catar no ha cambiado; seguimos comprometidos a establecer un diálogo basado en intereses mutuos, en la no injerencia en los asuntos de otros países y los principios de buena vecindad", dijo Thani.
Por su parte, el vice primer ministro y canciller Mohammed Bin Abdulrahman Thani, aclaró que Catar no negocia con sus vecinos que le declararon el bloqueo diplomático.
"Si se fijan en la crisis en el Golfo [Pérsico], todos saben que no tiene fundamento, la tecnología ha jugado un papel importante en este conflicto; vemos que la situación está paralizada durante 18 meses, no hay ningún dialogo entre nosotros y otros países del Golfo durante este período", declaró el canciller.
Al bloqueo diplomático se sumaron posteriormente varios países más, aliados del cuarteto liderado por Arabia Saudí.
Para normalizar las relaciones, los promotores del boicot presentaron a Catar un pliego de condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de una base militar turca.
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Doha calificó de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo y atribuyó las acusaciones en su contra a sus logros económicos.