En 2008, cuando Sujínova participó en el concurso, este se celebró en Johannesburgo (Sudáfrica).
"Tuve mucha suerte (…) recorrimos casi toda Sudáfrica. Fue un viaje espectacular, recibí un montón de emociones. Vivimos en condiciones de safari durante una semana, vivimos en tiendas de campaña cerca de lugares donde había leones y hienas. Visitamos tribus pequeñas. Vimos cómo y de que vivían", dijo Sujínova a Sputnik.
Al ganar el concurso, la rusa firmó un contrato y trabajó dos años para Miss Mundo. Durante ese periodo viajó a casi 30 países. A pesar de eso, destacó que las cláusulas del contrato no eran tan duras como parecen.
"Me sentí un poco triste después de que todos mis viajes terminaran. De verdad, mi trabajo era muy difícil, viajamos mucho y no siempre nos alojamos en hoteles de cinco estrellas", enfatizó.
Una vez Sujínova viajó a las provincias pobres de Vietnam donde vio "la gente sin techo, personas que vivían en barcos" y se enteró de la existencia de una gran cantidad de enfermedades nuevas.
"Toda la información relacionada con el trabajo de las chicas se presenta en la página web, pero esta no contiene vídeos en los que se ve cómo y cuánto tiempo tardamos para llegar a un lugar, a qué hora nos levantamos y qué horario tenemos", destacó.
También disipó el popular mito que reza que las mujeres rusas son más bellas del mundo. La interlocutora de Sputnik considera que es una comparación subjetiva.
"Es un hecho que en nuestro país hay muchas mujeres bellas, pero si ve a las 120 participantes del concurso entenderá que la belleza puede ser diferente con distinto color de piel, de cabello y de ojos", señaló.
Además, Sujínova considera que el mundo interior también es un criterio no menos importante que la belleza física que ayuda a evaluar a las concursantes durante la celebración de Miss Mundo.
"Durante el mes que estás allí, el jurado vigila a las participantes, las mira, habla con ellas, las conoce más de cerca para entender el mundo interior que tienen y para saber cuan bellas son como personas", concluyó.
