"Esa actitud que enriquece la diversidad temática, narrativa y estética de nuestro cine y aunque sea muy difícil hoy y más complejo de limitar al cine latinoamericano como un todo único, es justamente porque su densidad temática y estética es mayor, y su rostro es más diverso, se fragmenta y pluraliza en múltiples e individuales miradas", expresó el cineasta.
"Un arte de ruptura, de búsqueda, de riesgo permanente, será siempre la obsesión distintiva porque forma parte del flujo constante y el movimiento perpetuo de la creación artística, siempre una y distinta, como una espiral, que se amplía a la anterior", comentó el director de películas como "Clandestinos" (1988), "Hello Hemingway" (1990), "Suite Habana" (2003), "José Martí: el ojo del canario" (2010) y "La pared de las palabras" (2014), entre otros filmes.
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En el panel participaron además los cineastas chilenos Miguel Littin y Sergio Trabucco, la ecuatoriana Tania Hermida y el cubano Manuel Pérez.
"Pienso que para los nuevos cineastas y los que vivimos esa etapa la pregunta sigue siendo la misma", enfatizó.
Los participantes en el panel que tuvo como escenario el Hotel Nacional de Cuba, coincidieron en que el nuevo cine latinoamericano permitió crear una conciencia regional y de identidad cultural del continente.
En la fiesta cinematográfica de La Habana participan 373 películas procedentes de 40 países; de ellas, 333 pertenecen a naciones latinoamericanas, lideradas por Argentina, México, Brasil, Chile, Colombia y Cuba.
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Por su parte, 20 largometrajes de ficción, 18 óperas primas, 25 documentales, 22 cortos y mediometrajes, 26 animados, 19 guiones inéditos, 24 carteles y siete filmes en post-producción optan por los premios Coral.
