Mucho ruido y pocas nueces. Es en definitiva el corolario que dejó la visita histórica a España del presidente de China, Xi Jinping. Histórica por tres motivos: primero, porque hacía trece años que un mandatario del gigante asiático no visitaba el reino; segundo, porque este año se cumplen 45 años de las relaciones diplomáticas entre ambos países; y tercero, porque entre la batería de acuerdos que estaba previsto que se firmaran, figuraba el de la Nueva Ruta de la Seda.
Como si los trenes de las oportunidades de este calibre transitaran con mucha frecuencia, el Ejecutivo español matizó que "de momento", no se suman al proyecto. Aún está por ver, que si algún día sienten que llegó ese momento, aún es posible estampar la firma, y sobre todo, si las condiciones siguen siendo igual de buenas, o son otras.
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En este sentido, el presidente del Observatorio Hispano-Ruso de Eurasia, Fernando Moragón, no oculta su decepción con esta decisión del Gobierno de su país.
"Lo que más le importa a Xi Jinping es la Nueva Ruta de la Seda, ese proyecto global que es para todo el siglo y que va a interconectar con todo tipo de infraestructuras, Eurasia con una parte de África, incluso posteriormente América Latina, con lo cual es un proyecto global".
"A nivel de UE la orden que se ha dado es, por el momento, que 'ni sí, ni no'. Es decir, mantenerse a la expectativa, pero no firmar acuerdos para entrar como han hecho muchos países, no sólo asiáticos: hay más de noventa países que han firmado el acuerdo de apuntarse a la Nueva Ruta de la Seda, entre ellos en el caso de Latinoamérica, Uruguay", explica el analista.
Moragón incide en que si el Gobierno de Pedro Sánchez hubiera firmado el acuerdo sobre la Nueva Ruta de la Seda, España hubiera tenido "mucha más capacidad para poder pedirle a los chinos muchas más cosas, y sin embargo como siempre, 'hacemos el Quijote', porque al final sabemos que los que mandan son EEUU y Alemania porque no tenemos una política exterior independiente", se lamenta.
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Respecto a las conclusiones que saca sobre la visita de Xi a España, el analista opinta que ha sido buena en sí misma.
"Se han firmado cosas importantes, pero digamos que no hemos terminado de rematar una jugada. Por usar un símil futbolístico, hemos hecho una gran jugada, pero al llegar a puerta, que lo importante es el gol, no lo olvidemos, ni siquiera hemos disparado. Nos hemos negado a disparar a puerta. Y nos han quitado el balón", concluye Fernando Moragón.