"Tenemos que empezar este año, el reto es este año, pensamos que en la primera semana de diciembre tenemos que empezar sí o sí", declaró Navarro a periodistas que le consultaron sobre supuestas dificultades burocráticas que dificultaban el arranque del proyecto contratado hace dos años con la firma china Sinosteel.
"Ha habido una demora fundamentalmente por el tema administrativo y prácticamente ya se han cumplido todos los pasos y todos los requisitos que ha exigido [el banco chino] Eximbank y que exige la ejecución de un proyecto de esta envergadura", explicó.
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El Eximbank financia el 85% de la inversión y el Gobierno boliviano cubre el saldo, en procura de hacer realidad un proyecto considerado un sueño nacional desde que a mediados del siglo pasado se confirmara la magnitud mundial de la reserva de hierro del Mutún, en la frontera sudoriental con Brasil.
El ministro confirmó que a partir de diciembre correrán los 30 meses de plazo para la construcción del complejo y el comienzo de la explotación masiva del Mutún —que tiene una reserva estimada de 40.000 millones de toneladas de hierro— y la producción de laminados de acero y hierro esponja.
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Jesús Lara, presidente de la estatal Empresa Siderúrgica Mutún, responsable del proyecto, dijo hace dos meses a Sputnik que el proyecto apunta a producir a partir de 2021, en una primera fase, 194.000 toneladas de laminados no planos de acero al año.
El Gobierno que lidera Evo Morales impulsa el proyecto siderúrgico como una obra 100% estatal, a diferencia de varios planes frustrados del pasado, incluido uno de más de 2.000 millones de dólares con el grupo indio Jindal, firmado en 2007 y anulado dos años después por supuesto incumplimiento empresarial.