"Quizás no celebre la reunión (con Putin), quizás ni siquiera tenga la reunión", dijo Trump al diario The Washington Post.
El mandatario añadió que "no me gusta esa agresión; no me gusta en absoluto".
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo más temprano que el presidente tenía previstas varias reuniones bilaterales en Buenos Aires, entre ellas con los presidentes Mauricio Macri, de Argentina, y Putin.
Y el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, dijo a periodistas en una rueda de prensa que el encuentro Trump-Putin tendría una "agenda nutrida" y sería una continuación de las conversaciones que sostuvieron en Helsinki este año.
Bolton añadió que las recientes tensiones en Ucrania estarían entre los temas en discusión.
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El 25 de noviembre, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) informó de la detención de tres buques ucranianos que entraron en una zona provisionalmente cerrada en el mar Negro, sin haber solicitado permiso de las autoridades rusas.
Después del incidente, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania aprobó la ley marcial por 30 días desde el 26 de noviembre en las zonas situadas a lo largo de la frontera rusa, del sector de Transnistria de la frontera entre Ucrania y Moldavia y también a lo largo de la costa de los mares Negro y de Azov.
El portavoz dek Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que el incidente constituyó una "provocación muy peligrosa" que requiere una investigación seria.
La libre navegación en el mar de Azov –mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral– se complicó en los últimos meses después de que guardacostas ucranianos apresaran a varios barcos rusos que habían visitado Crimea, un "territorio ocupado" para Kiev.
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov.