"Observamos hoy dos tendencias fundamentales: la primera, al incremento numérico de los ataques de todo tipo, año tras año; y la segunda —afortunadamente, hemos aprendido a trabajar con ello— es que la economía y el sistema financiero, en particular, pierden cada vez menos dinero a causa de esos ataques", señaló el vicedirector primero de Seguridad Informática del BC, Artiom Sichov.
"Somos conscientes de que un fallo en el sistema financiero va a malograr también todo lo demás", declaró.
En los primeros seis meses de 2018, según el Banco Central, las instituciones financieras en Rusia fueron blanco de 72 ataques deliberados, un 80% más que en el año pasado.
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De enero a agosto, los hackers lanzaron 20 ataques exitosos contra la banca rusa, provocando daño por 76,5 millones de rublos (unos 11,4 millones de dólares). El impacto económico es 14 veces inferior al registrado en el mismo período de 2017.
