"Esperamos que Rusia restablezca la libre circulación en el estrecho de Kerch [que separa Crimea del resto del territorio ruso] y urgimos a todos a actuar con la máxima moderación para desescalar inmediatamente la situación", dice un comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior.
El texto señala que la tensión "aumentó de manera peligrosa" el 25 de noviembre después de que buques ucranianos intentaran atravesar el estrecho de Kerch.
Tras el incidente, las autoridades rusas cerraron el estrecho para las embarcaciones civiles por motivos de seguridad.
Más tarde, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) comunicó sobre la detención de tres naves ucranianas por violar la frontera rusa en el mar Negro.
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La libre navegación en el mar de Azov —mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral— se complicó después de que guardacostas ucranianos detuvieran en marzo pasado y escoltaran hasta Berdiansk el pesquero ruso Nord con 10 tripulantes a bordo, por su visita a Crimea que para Kiev es "territorio ocupado".
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
Para Kiev, se trata de inspecciones injustificadas que entorpecen el tránsito de los barcos hacia los puertos de Ucrania y se traducen en demoras con un coste adicional para las navieras.