"El Ministerio de Exteriores de Rusia llamará a consultas al encargado temporal de negocios de Ucrania en Rusia, y el motivo de esta convocatoria son las acciones agresivas y provocadoras de la parte ucraniana", señaló.
La diplomática subrayó que "se trata no solo del incumplimiento por parte de Ucrania de las normas legales, sino de una provocación y acciones agresivas planificadas; entendemos que esta provocación y el resto de las acciones provocadoras se prepararon de antemano".
"Debido a las informaciones que recibimos desde Ucrania sobre las acciones de los radicales, sus intenciones de asaltar la Embajada rusa, las acciones que tuvieron lugar durante la noche y en las inmediaciones de la Embajada rusa, exigimos a las autoridades ucranianas tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad de la misión diplomática para evitar graves consecuencias", urgió.
Zajárova llamó a países occidentales "que amparan al régimen de Kiev, a enviar a sus protegidos una señal urgente de que deben cesar las provocaciones".
La representante de la diplomacia rusa recordó que Moscú había advertido a Kiev con antelación que este tipo de acciones es inadmisible.
"Nos referimos al hecho de que se trató de una provocación planificada de antemano, esto se puede inferir a partir de lo acontecido ayer y de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional [de Ucrania], todo ese espectáculo montado que observamos ayer [el 25 de noviembre], es un conjunto de acciones provocadoras que llevó y lleva a cabo la parte ucraniana", insistió.
Según Zajárova, la situación en el mar de Azov fue empeorando paulatinamente.
Zajárova recordó que en la noche del 26 de noviembre se celebrará una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir estos sucesos.
Rusia apresó el 25 de noviembre dos lanchas artilladas y un remolcador de la Marina de Guerra ucraniana que navegaban de Odesa, en el mar Negro, a Mariúpol, en el mar de Azov, alegando una incursión ilegal en sus aguas territoriales cerca de Crimea.
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Durante el incidente, los guardacostas rusos usaron armas causando heridas a varios tripulantes ucranianos: tres, según Moscú, y seis, según Kiev.
Rusia, que solicitó para este 26 de noviembre la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU ante la escalada de tensión en el mar de Azov, sostiene que los barcos ucranianos realizaban una maniobra peligrosa y desoyeron la orden de parar.
La libre navegación en el mar de Azov —mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral- se complicó en los últimos meses después de que guardacostas ucranianos apresaran varios barcos rusos que habían visitado Crimea, un "territorio ocupado" para Kiev. Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
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Para Kiev, son inspecciones injustificadas que entorpecen el tránsito de los barcos hacia los puertos de Ucrania y se traducen en demoras con un coste adicional para las navieras.