"Ninguno de los dos cuadros quiere jugar porque se desnaturalizó el partido", dijo el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, en declaraciones a la prensa.
Les solicitamos a todos los espectadores que conserven sus tickets, debido a que los mismos serán válidos para ingresar al partido de mañana, que se jugará a las 17 hs.
— River Plate (@CARPoficial) November 24, 2018
El titular del organismo confirmó que el partido se jugará finalmente este 15 de noviembre a las 17.00 hora local (20.00 GMT), después de que algunos simpatizantes de River agredieran con botellas y piedras el autobús con el plantel de Boca cuando se encontraba a 700 metros de distancia del estadio del rival.
Durante la salida de los 70.000 simpatizantes de la cancha, comenzaron a registrarse incidentes y corridas dentro del recinto.
Contexto
El equipo médico de la Conmebol reconoció que varios jugadores de Boca "sufrieron lesiones de piel superficiales en miembro superior, miembro inferior, facial y tronco".
Pese a constatar heridas en los futbolistas, el equipo médico de la Conmebol sostuvo que no había motivos para suspender el partido y el organismo pospuso hasta en dos ocasiones el horario del encuentro.
Pero varios jugadores de Boca, entre ellos Carlos Tévez y Fernando Gabo, anunciaron que no querían jugar y que se sentían obligados por la Conmebol a disputar la final.
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"No estamos en situación de jugar, nos están obligando", confesó Tévez.
Es la primera vez que Boca y River se encuentran en la final de la Copa Libertadores de América, el torneo internacional más importante de la región.
Desde el fallecimiento de un simpatizante del equipo de Lanús en 2013, los partidos en Argentina, por seguridad, se juegan sin hinchada visitante en las tribunas.