"La UE, en calidad de mediador en el diálogo entre Belgrado y Pristina está obligada a incidir en las autoridades kosovares y lograr la cancelación inmediata de esta decisión ilegal que amenaza con agravar la situación en los Balcanes", señala la nota.
Según la Cancillería rusa, "dicha provocación de Pristina es otra prueba unívoca de la inconsistencia del 'Estado kosovar'".
El documento añade que "Pristina no oculta que se trata de una 'venganza por la derrota' de la víspera, cuando la Asamblea General de Interpol denegó la solicitud de ingreso kosovar".
El Gobierno de la autoproclamada República de Kosovo aumentó el 21 de noviembre del 10 al 100% los aranceles a todos los productos importados de Serbia y Bosnia y Herzegovina.
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El 6 de noviembre el Gobierno kosovar impuso aranceles del 10% a todos los productos importados de Serbia y Bosnia y Herzegovina.
Kosovo, antigua provincia serbia poblada mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 su independencia, que Belgrado no reconoce.
Sin embargo, bajo la presión de Bruselas, Belgrado se vio obligado a iniciar negociaciones con la mediación de la UE para normalizar las relaciones con Pristina.
Por el momento, la independencia de Kosovo ha sido reconocida por EEUU, Canadá y la mayoría de los miembros de la UE, pero no goza del reconocimiento de Rusia, China, España e Israel, entre otros países.
