"Resulta difícil librarse de la impresión de que el titular del Ministerio de Defensa de Noruega precisó de estas historias para distraer la atención de la opinión pública del escándalo que cobraba fuerza en torno a la fragata de la Marina de Guerra noruega KNM Helge Ingstad, que el 8 de noviembre chocó contra un petrolero y se hundió", comentó.
"Para una serie de políticos occidentales se ha convertido en costumbre responsabilizar a Rusia de cualquier suceso sin ofrecer pruebas ni pedir nuestros comentarios oficiales", declaró.
La representante diplomática señaló que los socios noruegos podrían recibir de la parte rusa respuestas competentes a todas las preguntas que les interesen.
"Sin embargo, no hemos recibido ninguna solicitud oficial, pese a que podríamos darles respuestas abarcadoras", significó.
La diplomática indicó que Moscú tampoco recibió información oficial de que las fuentes de interferencia de las señales GPS se encontrasen en Rusia.
"En cualquier caso es necesario apoyarse esencialmente en pruebas, pero no hay pruebas, no fueron presentadas ni por la línea bilateral, ni ante los medios; solo acusaciones", indicó.
Vídeo: A punto de hundirse: así quedó una fragata noruega tras la colisión con un petrolero
El 15 de noviembre, el Ministerio de Exteriores de Finlandia aseguró que las interferencias que causaron los fallos del GPS se originaron en Rusia y señaló que está examinando esta cuestión con Moscú por canales diplomáticos.
Los ejercicios Trident Juncture de la OTAN se celebraron del 25 de octubre al 7 de noviembre en Noruega e involucraron a unos 50.000 militares de una treintena de países, incluida Finlandia.
Rusia niega de plano estas acusaciones y está dispuesta a responder a posibles preguntas relacionadas con las denuncias del supuesto ciberataque al GPS, si Helsinki y Oslo se lo solicitan por vía diplomática.