"Estoy a favor, Brasil cumple casi todo del Acuerdo de París", dijo al ser consultada sobre el pacto internacional contra el recalentamiento, en una entrevista para el diario O Globo publicada este 21 de noviembre.
Durante la campaña electoral, Bolsonaro dijo que el gigante sudamericano tenía que salir del acuerdo porque era perjudicial para sus intereses económicos, aunque poco después dio marcha atrás.
En su opinión, en el enorme cinturón de terreno que incluye a parte de los estados de Maranhao, Tocantins, Piauí y Bahía (conocida en el sector agrícola con la sigla Matopiba) se puede seguir deforestando.
En esta zona, situada en el noreste del país, predomina el bioma del "cerrado", una especie de sabana que según varias entidades ecologistas se está degradando mucho más rápido que la propia Amazonía.
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"Si está en el código que en determinados biomas puedes utilizar el 80% [de terreno], en otros el 50%, y en otros el 20%, ¿por qué hay que impedir que las personas lleguen ahora a esas nuevas fronteras agrícolas?", se preguntó.
La ministra también cree que hay demasiadas multas ambientales y que los pequeños productores son las principales víctimas, en gran parte debido al desconocimiento: "Hay abusos y excesos", criticó.
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En un primer momento, Bolsonaro propuso fusionar los ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente, pero rectificó después de que los propios ruralistas alertaran de las consecuencias que esto podría tener en el mercado internacional, ya que muchos países exigen garantías ambientales para importar productos brasileños.
