Como parte de la campaña, un autobús recorrerá las calles de diferentes ciudades españolas pidiendo que no se indulte ni a Puigdemont ni a Junqueras de los delitos de los que se los acusa en relación al proceso soberanista.
Junto a los lemas "Stop Sánchez, elecciones ya" e "Indultos no" hay sendas fotografías de Puigdemont y Junqueras.
La campaña fue recibida con duras críticas por parte del independentismo catalán desde las redes sociales, que la consideran insensible e injustificada.
Puigdemont se trasladó a Bruselas a finales de octubre de 2017, días después de que el Parlamento de Cataluña aprobase la declaración unilateral de independencia, con el fin de evitar la acción de la Justicia española, que poco después reclamó su extradición por supuestos delitos de rebelión y malversación de fondos relacionados con la organización del referéndum unilateral de autodeterminación del 1 de octubre de 2017.
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Junqueras y otros miembros del gabinete de Puigdemont se encuentran en prisión provisional como medida cautelar por riesgo de fuga a la espera de ser juzgados por los mismos delitos de rebelión y malversación de fondos de los que se acusa a Puigdemont; en el caso de Junqueras, la Fiscalía solicita una pena de hasta 25 años de prisión.