En el estudio participaron más de 700 personas de 53 hospitales británicos, todos los cuales fueron identificados como en mayor riesgo de desarrollar cáncer de intestino.
En cuanto al resto de los participantes, tomaron una combinación de aspirina y EPA o placebo, respectivamente.
Los investigadores británicos llegaron a la conclusión de que los pacientes que tomaron aspirina desarrollaron un 22% menos de pólipos precancerosos en el intestino. En cuanto al segundo grupo, tenía un 9% menos de pólipos en comparación con los que tomaron el placebo, mientras que los participantes que tomaron ambas sustancias desarrollaron un 25% menos de pólipos en el lado izquierdo del intestino —el más fácil de observar—.
"Nuestros resultados han demostrado que tanto la aspirina como la EPA tienen efectos preventivos, lo cual es particularmente emocionante dado que son compuestos relativamente baratos y seguros para suministrar a los pacientes", afirmó el encargado del estudio, Mark Hull.
Según subrayó el investigador, los médicos "deben considerar" los resultados del experimento en los pacientes con riesgo elevado de cáncer intestinal.
Más del tema: Un nuevo virus combate el cáncer sin afectar células sanas