Aunque no se sabe aún cuántas de las 7.000 personas que integran el primer grupo del éxodo centroamericano se entregarán a la autoridad migratoria estadounidense, esto es lo que encontrarán al pasar el puerto de entrada de San Ysidro, entre Tijuana (México) y San Diego (Estados Unidos).
- Las personas quedarán en custodia de la autoridad estadounidense, en manos de la oficina de aduanas y protección fronteriza (CBP) y serán detenidas en sus instalaciones.
- En el puerto de entrada se les tomará registro de sus huellas digitales y se buscará si tienen antecedentes penales en Estados Unidos o si fueron deportados previamente.
- Se les practicará una revisión física para descartar que no tengan enfermedades.
- Los agentes de CBP les tomarán una primera declaración.
- Quienes superen esta primera etapa, pasarán a la entrevista de miedo creíble, donde la autoridad estadounidense determinará si tiene un caso de persecución o discriminación por el que corra peligro su vida en su país de origen, y quienes lo tengan, serán derivados a una corte migratoria.
- Las personas que no pasen la entrevista de miedo creíble pueden ser deportadas.
- Actualmente, el puerto de San Ysidro está permitiendo ingresar 100 personas por día para iniciar su solicitud de asilo en Estados Unidos.
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"Yo sé que a veces no tenemos las respuestas que quieren, que no vamos a ganar aplausos porque estamos diciendo hechos a veces muy crueles", dijo una de las abogadas estadounidenses que llegó a dar asistencia al éxodo, durante una asamblea nocturna.
"Si han sido deportado es casi imposible entrar otra vez [a Estados Unidos]. Si no tienen documentos diciendo los nombres de sus hijos y los suyos, van a ser separados. De todos modos es muy probable vayan a separarse de sus niños", dijo la abogada ante la multitud con un megáfono que amplificaba su voz.
El Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI) se encargó de trasladar al campamento de refugiados en la Ciudad de México, a 20 abogados estadounidense que se ofrecieron como voluntarios para informar sobre el sistema asilar de ese país.
En la frontera entre México y Estados Unidos, la situación se ha puesto más compleja. Las tropas desplegadas han reforzado el muro con alambres de púa y barricadas. Donald Trump anunció un nuevo ajuste de su política migratoria, que restringe únicamente a los puertos de entrada la posibilidad de solicitar asilo en Estados Unidos. Si una persona entra por otra parte, de manera irregular, será rechazada automáticamente.
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Esta nueva normativa creó un estatus precario para los migrantes, que les brinda la garantía de no ser deportados y poder trabajar, pero les prohíbe solicitar su ciudadanía en Estados Unidos. Tanto en Tijuana como en Ciudad Juárez, hay filas de personas que llevan semanas aguardando para poder pasar a iniciar su trámite de asilo en Estados Unidos.
