De acuerdo con Express, la esposa del príncipe Enrique se enfrenta ahora a una pesadilla tributaria, ya que los funcionarios estadounidenses están investigando si Meghan y su esposo le deben al Gobierno estadounidense una porción de su fortuna.
La fortuna del príncipe Enrique proviene de un fondo fiduciario de 20 millones de libras —más de 25 millones de dólares— heredado de su madre, la princesa Diana, y de la Reina Madre.
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Incluso las finanzas de la reina Isabel y del príncipe Carlos podrían tener que pasar por un escrutinio bajo las normas fiscales estadounidenses, si brindan financiamiento y apoyo a la pareja real.
"Estamos observando un nivel de exposición financiera que la Familia Real nunca ha tenido que enfrentar antes. Es la peor pesadilla de la casa real", afirmó uno de los asesores reales al medio.
Según la publicación, el Palacio de Buckingham reclutará a un equipo de expertos financieros de EEUU para ayudar con las declaraciones de impuestos de Meghan, ya que podrían pasar algunos años hasta que finalmente se convierta en una ciudadana del Reino Unido.
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