Se reunieron en la glorieta del monumento Cuauhtémoc, en la zona río, donde suelen convocarse ante algún evento importante en la ciudad. A la hora prevista, se había concentrado más prensa que manifestantes, quienes en el centro de la glorieta desplegaron una pancarta con la leyenda "Puro Tijuana cabrones" y mantuvieron una actitud defensiva ante las preguntas de los periodistas nacionales e internacionales.
"Yo tengo familia en Estados Unidos que a consecuencia de todo esto no van a venir por miedo a que cierren [la frontera] y ya no puedan regresar", sostuvo. "Nos dicen que somos racistas, pero si lo fuéramos no habría tanta gente acá [en Tijuana] el problema es con los que llegaron ahorita. El Gobierno debe concentrarlos en un solo lugar, que los cense y sepan sus antecedentes penales porque no se sabe qué gente viene", agregó.
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Otros, fueron más radicales y pidieron que se expulsara a los migrantes de México, mientras esgrimían argumentos violentos o ideas parecidas las promovidas por el presidente estadounidense, Donald Trump: que México vive una "invasión" que se "violó la soberanía del país al violentar la frontera" y que deberían haber ingresado "de manera legal y ordenada" para quedarse.
"No queremos esa gente malandra aquí. Viene pura gente de la mara salvatrucha", dijo a Sputnik, Berta Carbajal, una mujer de 60 años, originaria del estado de México, en la zona metropolitana de la capital del país. Al ser consultada cómo sabía era gente de las maras, la mujer respondió que "se ve luego en sus tatuajes y en la forma que se comportan".
Carbajal dijo a Sputnik que la movilización fue convocada por Alex Backman, del medio Conciencia Radio y difundida por las redes sociales. Su intención al protestar, aseguró, fue lograr "que el Gobierno haga algo y los retire y no deje entrar a más". Sostuvo que la respuesta está en militarizar la frontera sur de México algo que, en realidad, ya había ocurrido cuando el éxodo cruzó la frontera.
Al preguntársele si está de acuerdo con las opiniones de Trump, la manifestante dijo: "En que haya orden sí, en el racismo no. Lo que sí quiero es que a la frontera sur vaya el Ejército y la Marina y que detenga a todos estos que vienen", concluyó.
El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum Buenrostro, agitó el odio el día previo al decir que los migrantes son "malos para los habitantes" porque son "marihuanos y vagos". Aunque debió retractarse públicamente, sus palabras fueron retomadas por el presidente estadounidense en Twitter, el mismo día de la manifestación nacionalista.
The Mayor of Tijuana, Mexico, just stated that "the City is ill-prepared to handle this many migrants, the backlog could last 6 months." Likewise, the U.S. is ill-prepared for this invasion, and will not stand for it. They are causing crime and big problems in Mexico. Go home!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 18, 2018
Ese día, según informó el semanario Zeta de Tijuana en su versión impresa del 16 de noviembre, el gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, se reunió con el secretario de Gobernación mexicano, Alfonso Navarrete Prida, para solicitarle 80 millones de pesos al Gobierno federal mexicano para atender al éxodo.
Los nacionalistas de Tijuana que se manifestaron el 18 de noviembre, acabaron marchando hacia el albergue temporal que el Gobierno local brindó a los migrantes en la zona norte de la ciudad, dónde un cordón de la Policía municipal al mando del secretario de seguridad pública de Tijuana, Marco Antonio Sotomayor, les impidió el paso.
La otra cara
"Está complicado aquí, es mucha gente pero somos todos seres humanos y hay que apoyarnos. Aunque muchos no los ven así, ellos vienen huyendo de algo y si México les echa la mano, está bien", agregó.
Para el joven, la violencia que provocó el éxodo en los locales "es miedo". Entiende además que México no tiene mucho para ofrecerles "si aquí también estamos queriendo pasar para allá, nomás vienen de pasada", dijo en charla con Sputnik. "Yo digo que no molestan porque a final de cuentas ¿qué nos quitan?", agregó.
Germán, otro mexicano de 23 años que se acercó esa tarde a las playas dijo a Sputnik que lleva un par de semanas en Tijuana a donde llegó a trabajar. Explicó que no siente rechazo a la llegada del éxodo y que "Tijuana es una ciudad de migrantes y eso es también lo bonito".
Él no planea cruzar a Estados Unidos porque dice que quien migra para allá se la pasa sólo trabajando sin poder disfrutar de la vida. "Muchos sueñan con pasar [la frontera] pero mis sueños se quedan aquí", agregó.
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Según los últimos datos oficiales, hay 2.500 personas alojadas en el albergue temporal del deportivo Benito Juárez en la zona norte de Tijuana y otras 300 personas repartidas en seis albergues y en la vía pública.
El reporte del periodista Asier Vera indica que hay otras 1.200 personas en Mexicali (otra ciudad fronteriza a 170 kilómetros de Tijuana) y otras 1.700 en Hermosillo, Sonora (a 800 kilómetros de Tijuana) que saldrán hacia Tijuana durante la jornada del lunes 19 de noviembre.