"Todo migrante y refugiado tiene respecto del país donde se encuentra deberes de acatar sus leyes y reglamentos de conformidad con el derecho internacional", dijo Peña Nieto, en clara alusión a las caravanas de migrantes centroamericanos que cruzan de sur a norte el territorio mexicano hacia la frontera con EEUU.
Unas 100 personas de origen centroamericano desaparecieron en México en las últimas semanas mientras cruzaban México a pie, supuestamente secuestradas por bandas criminales que dominan algunas partes del territorio de este país.
El mandatario, que concluirá su período de Gobierno el 1 de diciembre, instó a sus pares de la comunidad iberoamericana a adherirse al Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular de las Naciones Unidas, que será oficialmente adoptado el 10 y 11 de diciembre en la ciudad de Marrakech (centro-oeste de Marruecos).
El pacto, no vinculante, contiene 23 objetivos y compromisos.
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Entre otras, se incluyen "medidas contra la trata y el tráfico de personas, evitar la separación de las familias, usar la detención de migrantes solo como última opción o reconocer el derecho de los migrantes irregulares a recibir salud y educación en sus países de destino", según un documento de las Naciones Unidas.
Además, los gobiernos se comprometen a garantizar regresos seguros y dignos a los inmigrantes deportados y a no expulsar a quienes se enfrenten a un riesgo real de muerte, torturas u otros tratos inhumanos en sus lugares de origen.
Estados Unidos se retiró de las negociaciones del pacto migratorio en diciembre por alegar que sus contenidos eran incompatibles con sus intereses.
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La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó no permitir que soliciten asilo los inmigrantes que lleguen de forma irregular al país.