Los sindicatos se oponen a las medidas propuestas por el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, ya que las consideran un ataque al sistema de educación pública. Además, consideran que redundarán en un recorte de empleos y en la pérdida de calidad de los mismos.
Se espera que el plan de reforma se presente en el Parlamento el próximo enero para que entre en vigor a partir de septiembre del 2019.