"Le pedimos, señora canciller, que su Gobierno revise y cambie su política respecto al Nord Stream 2", dice la carta a la que ha tenido acceso Sputnik, escrita por verdes, centroderechistas, socialistas y liberaldemócratas.
Además, las políticas del Gobierno alemán supuestamente "otorgan a Rusia nuevas herramientas de influencia sobre la Unión Europea, porque este [proyecto] aumenta la dependencia energética de la UE de Rusia", agrega.
El proyecto Nord Stream 2 prevé el tendido de dos tuberías de gas, de 1.230 kilómetros de longitud y con capacidad total de 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.
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El gasoducto pasará por las aguas territoriales y/o las zonas económicas exclusivas de Alemania, Finlandia, Rusia, Suecia y Dinamarca.
Los socios del proyecto, Shell, OMV, Engie, Uniper y Wintershall, se comprometieron a financiar la mitad de las obras, con unos 950 millones de euros cada uno, y a la rusa Gazprom le corresponde aportar la otra mitad, 4.750 millones de euros.
Varios países como EEUU, Ucrania, Letonia, Lituania o Polonia expresan su rechazo a la construcción del gasoducto, alegando que puede aumentar la dependencia de los países europeos del gas ruso.
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Moscú y Berlín insisten en que el Nord Stream 2 es un proyecto puramente comercial.
