El Día de la Unidad Popular se celebra en Rusia desde 2005 en conmemoración del 4 de noviembre de 1612, cuando las milicias de Minin y Pozharski expulsaron a los invasores polacos del Kremlin.
Es más, antes de 2005, los periodistas polacos solían no hacer referencia al tema.
"Pero ahora, una vez al año, fabrican para este día materiales del estilo 'Rusia celebra el aniversario de la expulsión de los polacos del Kremlin', pero sin mucho detalle histórico", cuenta Magusa.
Es que en 1610 el rey de Polonia, Segismundo III Vasa, acordó con los siete boyardos que gobernaban en Moscú que su hijo Vladislao ocuparía el trono ruso. Precisamente para mantener el orden en Moscú hasta la llegada de Vladislao, entraron allí las tropas polaco-lituanas.
Sin embargo, Vladislao nunca llegó a Moscú, ni se convirtió en ortodoxo como lo demandaban los siete boyardos.
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A Magusa esto no le extraña: "Los polacos son católicos muy devotos".
También recuerda que en prácticamente toda su historia Rusia y Polonia reclamaban el mismo territorio.
Sobre los acontecimientos del siglo XXI, explicó que la aversión por Rusia proviene principalmente del Gobierno actual de Polonia y de los medios estatales.
"Poco a poco, la gente comienza a creer en eso y también la odia. Sin embargo, aquellos que tienen sus propias opiniones son amables con los rusos", concluye Magusa.