Se trata del ataque más salvaje a la minoría étnica en más de un año.
Este 2 de noviembre hombres armados abrieron fuego contra el autobús, que llevaba a los peregrinos al monasterio de San Samuel el Confesor, a 260 km de El Cairo.
Un representante de la Iglesia Copta confirmó que 7 personas fallecieron en el ataque, mientras que otras 12 sufren heridas de diversa consideración.
Anteriormente, una fuente indicó a Sputnik que el número de las víctimas podría aumentar con el paso de las horas.
"Tres autobuses se dirigían desde [la ciudad egipcia de] Sohag al monasterio de San Samuel. Unos individuos no identificados atacaron uno de los autobuses y usaron armas automáticas. Ahora estamos intentando determinar el número exacto de víctimas y daños materiales. Por el momento, hay 10 muertos y 21 heridos", dijo la fuente a Sputnik.
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El presidente de Egipto, Abdelfatá Sisi, expresó sus condolencias y calificó a los muertos como mártires. En su cuenta de Twitter, el mandatario manifestó la necesidad de luchar contra el terrorismo y perseguir a los perpetratores.
Más tarde, el grupo de inteligencia SITE Intel Group que monitorea las amenazas terroristas, comunicó que el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) ha reivindicado la autoría del ataque.
El ataque se saldó oficialmente con 28 muertos y más de 20 heridos, mientras que los representantes coptos informaron sobre 35 fallecidos, niños en su mayoría.
La comunidad copta de Egipto, que representa a un 10% de la población total —más de 90 millones de habitantes—, es objeto de frecuentes ataques por parte de los yihadistas.