"Varios impactos están afectando a la economía de Nicaragua. La inestabilidad política desde abril ha afectado la confianza de los consumidores y los inversores (…) En este contexto, la misión [del FMI en el país] pronostica una caída de 4% del PIB real en 2018", dijo el organismo en un comunicado.
Según el FMI, la contracción del empleo formal, el recorte de la inversión extranjera directa y la reducción del crédito en el sector privado, "podrían contribuir a exacerbar los efectos de estos impactos".
Del otro lado, rubros como el turismo y la construcción atraviesan impactos de más largo plazo, debido a una reducción de la demanda, señala el FMI.
Además, se observó una baja en los ingresos disponibles debido a la pérdida continuada de puestos de trabajo y una reducción del crédito bancario, lo que lleva al FMI a proyectar "una caída en la demanda interna y la inversión".
"El déficit del sector público consolidado para 2018 se espera que se incremente 2,4 puntos porcentuales y llegará a representar 4,6% de PIB", dice el comunicado del organismo.
"Las medidas para contener la expansión del gasto público para compensar parcialmente la carencia de ingresos tributarios debido a la desaceleración económica son también positivas", sostiene el FMI.
El organismo destacó que el "principal desafío" para 2019 es preservar la estabilidad macroeconómica y financiera.
La misión del FMI en Nicaragua estuvo en el país centroamericano durante el 24 y el 30 de octubre, y fue liderada por Roberto García-Saltos.
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