El ente diplomático dijo que cada vez se entera de más datos preocupantes sobre la provocación con armas químicas y sustancias tóxicas que los grupos armados están preparando y que los activistas de la organización no gubernamental Cascos Blancos también participan en el proceso.
"No se puede permitir" que se socave el proceso político, se frene la recuperación del país y el retorno de los refugiados y los desplazados a sus hogares, dijo el Ministerio.
Recalcó que las provocaciones químicas les sirven a los adversarios del Gobierno legítimo sirio de pretexto para realizar agresiones similares a los anteriores ataques aéreos de EEUU, Reino Unido y Francia contra el país árabe.
"No cuesta mucho adivinar que de acuerdo al esquema bien elaborado, los políticos, los expertos y los periodistas parciales acusarán del uso de armas químicas a las autoridades legítimas sirias si se lleva a cabo la provocación", dijo la Cancillería al señalar que en este caso se lanzarán acusaciones también contra Rusia e Irán por defender a Damasco.
Radio: Grupos armados preparan nuevas provocaciones con armas químicas en Idlib
"Los sirios mismos deben determinar el futuro de su país", concluyó.
El Centro ruso para la reconciliación en Siria informó la víspera de que los grupos armados están preparando en la zona desmilitarizada de Idlib una nueva provocación para acusar a las fuerzas gubernamentales sirias de usar armas químicas contra la población.
Desde finales de agosto, las autoridades rusas han advertido en múltiples ocasiones de que los terroristas están preparando montajes de ataques químicos en la provincia siria de Idlib (noroeste), que deberían servir de pretexto para nuevos ataques de Occidente contra Siria.
El 14 de abril de 2018, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido lanzaron misiles contra instalaciones sirias que, según afirmaron, Damasco utilizaba para fabricar armas químicas.
Antes del ataque, los países occidentales acusaron a Damasco de haber arrojado el 7 de abril un barril con gas tóxico sobre la ciudad de Duma, en Guta Oriental, basándose en las denuncias de grupos de la oposición armada y ONG relacionadas.
Las acusaciones se fundamentaban solo en los vídeos publicados por sitios web que apoyan a la oposición siria.
Tanto el Gobierno sirio como Rusia lo negaron, Moscú sostuvo que el supuesto ataque químico había sido un montaje.