Parolin se reunió este 29 de octubre con la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, para tratar, entre otras cosas, la retirada de los restos mortales del dictador Franco de la basílica del Valle de los Caídos, donde está enterrado con honores.
En sus explicaciones a la prensa sobre el encuentro, Carmen Calvo destacó que, pese a la petición de la familia de Franco, "obviamente" ese lugar "no puede ser La Almudena" porque supondría seguir otorgando un lugar de honor al dictador.
Según la versión de Calvo, el Vaticano coincidió con Madrid en rechazar que Franco sea enterrado en la cripta de La Almudena, donde se encuentra enterrada la única hija del dictador.
Sin embargo, el Vaticano emitió este martes un comunicado detallando que Parolin no se pronunció "en ningún momento" sobre ese asunto.
"Es cierto que la señora Carmen Calvo expresó su preocupación por la posible sepultura de los restos en la catedral de La Almudena, así como su deseo de explorar otras alternativas, también a través del diálogo con la familia. Al cardenal secretario de estado le pareció oportuna esta solución", añade el comunicado.
Según la versión de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin se limitó a no oponerse a la exhumación de Franco, "pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación".
"Repito, hemos visto cómo trabajar conjuntamente tanto la Iglesia Católica como el Gobierno de España para encontrar una salida a que los restos de Franco no acaben en La Almudena", dijo Carmen Calvo en declaraciones a los medios de comunicación desde el Congreso de los Diputados.
La vicepresidenta del Ejecutivo insistió en que "eso es así" y que ese fue el contenido "literal" de su reunión el pasado lunes con el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
🎥 Madrid protesta contra la reinhumación de los restos de Franco https://t.co/nPwlUYPkSI
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 26 октября 2018 г.
En su comparecencia esta tarde ante los medios, Calvo eludió dar su opinión sobre la reacción de la Santa Sede porque el Gobierno de España "no valora los asuntos que afecten a cómo ellos quieran organizar el acuerdo".
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No obstante, sí insistió en la existencia de un "acuerdo" para "trabajar conjuntamente" con el objetivo de que “los restos de Franco estén en un lugar donde no se pueda producir ningún tipo de enaltecimiento".
