La Torre Spásskaya fue la primera donde el escudo del Imperio ruso, el águila bicéfala, fue sustituido por una estrella. Algunos días más tarde, las torres Nikólskaya, Tróitskaya y Borovítskaya también recibieron el nuevo adorno.
Las primeras estrellas estaban hechas de acero inoxidable y cobre y contaban con una hoz y un martillo decorados con incrustaciones de piedras preciosas y semipreciosas.
Dos años más tarde, el 2 de noviembre de 1937, las torres del Kremlin moscovita se iluminaron por primera vez con las famosas estrellas de rubí, que con el paso de los años se convertirían en uno de los símbolos de la capital rusa.