"No puede haber una votación que deje sin sentido el resultado del referéndum de 2016", advirtió el titular de la Salida de la Unión Europea, Dominic Raab.
"Nuestro deber es hacer realidad el voto popular, salir de la UE", señaló.
El Ejecutivo conservador reafirmó su promesa de someter el resultado de la negociación con Bruselas al escrutinio de la Cámara pero limitará en la práctica el margen de maniobra de los legisladores.
"La Cámara tendrá una decisión clara entre aceptar el acuerdo con la UE o la marchar de la UE en desacuerdo", declaró Raab.
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El ministro cerró repetidamente la opción propuesta por conservadores europeístas y los miembros de la oposición parlamentaria, que forzaría al Gobierno a reemprender las negociones con Bruselas si los Comunes votan en contra del pacto acordado o ante un divorcio disputado.
May aseguró, por su parte, que se ha alcanzado el consenso en el "95%" de los términos de la retirada y los protocolos sobre Gibraltar y la base militar de Malta.
La frontera irlandesa sigue entorpeciendo la resolución del proceso Brexit y puede conducir a una extensión del periodo de transición, con el Reino Unido oficialmente fuera de la UE pero sujeto a sus normas y sistema de financiación hasta diciembre de 2021.
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