La tasa de embarazo adolescente en Latinoamérica es la segunda más alta del mundo y Argentina se ubica en la región sur entre las más altas, superando a Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, y en la misma escala que Perú.
"Es una situación preocupante porque el embarazo adolescente crece y especialmente el precoz, o sea en las menores de 15 años. Esto genera el abandono de la escuela, la salida laboral precaria y en trabajos de baja productividad y malos salarios, generando una perpetuación de la pobreza para ellas y sus hijos", dijo a Sputnik Mabel Blanco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM).
"El programa de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia, que desarrollan el ministerio de Desarrollo Social, a través de la secretaría de Niñez, el de Educación y el de Salud, que se inició este año es positivo, pero aún solo se está aplicando en algunas provincias del noroeste y noreste del país y en algunos municipios de la provincia de Buenos Aires, por eso aún no hay resultados", profundizó.
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"Esto es algo que está aumentando. Son generalmente embarazos no buscados y, al no tener educación, vienen con embarazos ya avanzados, sin controles hechos, con enfermedades venéreas; hay muchísima sífilis hoy", dijo a Sputnik la doctora Gabriela Ferrari, médica legista y ginecóloga del Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología de la Ciudad de Córdoba.
"Dicen que la sexualidad ya no es un tabú pero sigue siéndolo porque la gente no habla por miedo o no pregunta por vergüenza. Ellas vienen solas o con las madres pero no les podés sacar ni una palabra, no son sinceras o te ocultan información. En la escuela no se habla. No hay ninguna campaña de prevención, no se está haciendo nada. Siempre volvemos a lo mismo: la falta de educación y de diálogo", insistió la especialista.