Ante todo, los periodistas reflexionaron sobre por qué podría ser la contable la que llegó a ser víctima de las acusaciones de EEUU.
A los redactores de la agencia RiaFan (Agencia Federal de Noticias, que forma parte del denominado 'Proyecto Lajta') les pareció curiosa la impresionante 'variedad de funciones' que supuestamente desempeñaba la empleada.
"¿Es que el gato de Skripal sabía demasiado y nuestra contable tiene demasiadas capacidades?", se preguntan en el artículo.
El medio constata que la reciente actividad rusofóbica occidental no produce muchos resultados, no obstante, el establishment sigue con la misma estrategia.
"Quedan menos de dos semanas para las elecciones en EEUU, y empiezan a emplearse los métodos más asquerosos. Van surgiendo día tras día, pero la mayoría de ellos no se conocen por el público en general, puesto que es algo que pasa dentro de EEUU", explicó.
El periodista precisó que se trata de las numerosas violaciones a las normas electorales que se registran con frecuencia en Estados Unidos.
"Las violaciones por parte de los demócratas se hacen en una línea de montaje y nadie pretende pararla ya. Los asuntos internos de EEUU siguen siendo internos, y no se permite que nadie se entere de ellos. En caso contrario, surgen acusaciones de injerencia", resume el experto.
Te puede interesar: Trump: China es "un problema mayor" que Rusia en cuanto a injerencia electoral
Además de lo que antecede, el medio pone de relieve otras incoherencias que caracterizan la reciente acusación.
Mientras tanto, la propia legislación de EEUU ni siquiera prohíbe los casos de 'injerencia'. Es decir, la esencia de las acusaciones estadounidenses permitiría calificar de implicado en la interferencia hasta a cualquier ciudadano estadounidense que escriba posts en las redes sociales en nombre de alguien.
Tema relacionado: El FBI no detecta intentos de Moscú de afectar las elecciones intermedias en EEUU
Estados Unidos acusó en retiradas ocasiones a las autoridades rusas de orquestar una injerencia en los procesos democráticos norteamericanos.
Moscú rechaza las acusaciones, subrayando que estas carecen de fundamento.
El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que esas acusaciones contra Rusia forman parte de un juego político interno de EEUU, y lamentó que dañen las relaciones bilaterales.
