"El Gobierno de la República (mexicana) a través de la secretaría de Gobernación, informa que el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Policía Federal atienden a todos los extranjeros que pretenden, de manera ordenada y segura, ingresar a territorio nacional", dijo en un comunicado la dependencia, luego de que miles de migrantes derribaron vallas en un puente fronterizo en el lado guatemalteco.
Las autoridades señalan que, en ese contexto, "se reitera el compromiso de recibir las solicitudes de los migrantes provenientes de Honduras y darles trámite conforme a las leyes mexicanas, con el objetivo de cumplir los acuerdos establecidos en días anteriores con las personas que, desde Centroamérica, pretenden ingresar a nuestro país" en la llamada Caravana Migrante.
En este proceso las autoridades cuentan con visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH, estatal), la cual testifica el actuar de los agentes de la Policía Federal.
El Gobierno de México reiteró que el personal de la Policía Federal y del INM se encuentra desarmado.
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"Por lo tanto, toda forma de violencia en su contra rompe los acuerdos", dado que los agentes actúan respetando en todo momento los derechos humanos del migrantes, enfatiza el posicionamiento.
El Gobierno de México solicitó al secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, su ayuda para procesar las solicitudes de refugio de entre 3.000 y 4.000 personas de la caravana, mediante la aplicación del Protocolo de Cartagena y la observación del Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (Acnur).
La caravana comenzó desde el norte de Honduras, un día después del fin de una conferencia regional de dos días en Washington de países centroamericanos del llamado Triángulo del Norte, convocados por México y EEUU.
Las autoridades dijeron que seguirán atendiendo durante el fin de semana las solicitudes de ingreso ordenado de personas centroamericanas.