"Mekdad alertó contra los intentos de Occidente, con EEUU, Francia y Reino Unido a la cabeza, de politizar la labor de la OPAQ (…), y reveló el peligro que representan los esfuerzos de esos países encaminados a dividir desde dentro ese organismo, algo que puede influir en su trabajo en el futuro", indica el comunicado del Ministerio de Exteriores sirio.
Mekdad recordó que solo el Consejo de Seguridad de la ONU puede decidir si se debe castigar a un país por violaciones cometidas en esa esfera.
La OPAQ aprobó a finales de junio la propuesta de Reino Unido de ampliar el mandato de esta organización y brindarle el poder de determinar a los responsables de los ataques químicos, a favor votaron 82 delegaciones y en contra 24.
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El embajador ruso ante el organismo internacional, Alexandr Shulguín, denunció que la sesión de la OPAQ, convocada por Londres, Washington y sus aliados, tenía como propósito cambiar las funciones de esa organización, representando un atentado contra las prerrogativas exclusivas del Consejo de Seguridad de la ONU y en violación de la Convención sobre Armas Químicas.