3,5 millones horas-persona de trabajo, 600 involucrados, 80 empresas e instituciones y casi 20 años de desarrollo fueron necesarios para alcanzar uno de los mayores hitos para la industria argentina de alta complejidad: el satélite de observación Saocom 1A.
"Contar con un radar de apertura sintética en órbita permite obtener información, como medir la humedad del suelo desde el espacio, algo que no se puede hacer con una cámara. Esto tiene una aplicación directa en un país agrícola como Argentina", explicó a Sputnik Nicolás Renolfi, jefe de proyecto de parte de Invap, empresa estatal dedicada a la construcción de equipamiento tecnológico sofisticado.
El satélite se unirá a otros cuatro aparatos ya en órbita desarrollados por la Agencia Espacial Italiana para conformar el Sistema Ítalo-Argentino para la Gestión de Emergencias (Siasge), a la espera del Saocom 1B, que se lanzaría en un año aproximadamente.
"Tener seis satélites volando en formación darían la respuesta para tener una imagen de cualquier lugar del mundo en cualquier condición meteorológica y horario, muy bueno para el seguimiento de emergencias, erupciones volcánicas, desplazamientos de tierra, tormentas, inundaciones, etcétera", contó el ingeniero.
"Desarrollar un satélite como el Saocom en Argentina, de primera línea internacional, nos posiciona estratégicamente con una capacidad que pocos tienen. Empresas que hacen radares en el mundo son muchas, pero que hacen radares espaciales son contadas casi con los dedos de una mano", dijo Renolfi.
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