"El intento de cambiar el entorno competitivo y de crear una competencia desigual bajo pretextos políticos es muy peligroso porque tendrá consecuencias económicas" afirmó Medvédev.
El alto directivo de Gazprom aseguró que fueron "objeto de investigaciones económicas durante un largo período" y que se defendieron "de acusaciones de comportamiento anticompetitivo".
"En Lituania, que tiene la bien conocida terminal de regasificación, en el mercado interno se introdujo una tarifa social a la gasificación, ya que el gas natural licuado [GNL] no es competitivo", denunció al recordar que la regasificación de una tonelada del GNL es tan costosa que se redistribuye entre los participantes del mercado y, finalmente, los consumidores.
Medvédev subrayó que esta situación no provocó "ninguna medida por parte de la Comisión Europea ni por parte del regulador, supuestamente, independiente".
"Entonces surge la pregunta: ¿qué está pasando? pues una competencia desleal", explicó Medvédev.
En el puerto de Klaipeda, en Lituania, se encuentra un buque de almacenamiento de GNL construido por la compañía noruega Hoegh LNG en colaboración con la empresa coreana Hyundai Heavy Industries que el país alquila desde 2014 según un contrato que vence en 2024.
En 2017, Lituania aumentó las tarifas de gas para la población entre el 5 y el 8% y el primer ministro de Lituania, Saulius Skvernelis, dijo que los precios al consumidor del gas en el país no se reducirían en el futuro cercano.