Arias recordó que la Secretaría Técnica de la OPAQ recibió en abril pasado "una nota verbal de la República Árabe Siria con respuestas a las preguntas adjuntas a la carta del director general dirigida al viceministro de Relaciones Exteriores de la República Árabe Siria, Faisal Mekdad".
"La Secretaría está planificando las próximas inspecciones que se realizarán en las instalaciones de Barza y Yamraya del CIEC", dice el documento.
El texto indica que en noviembre de 2015 se creó el Fondo Fiduciario para las Misiones en Siria, con el fin de apoyar a la Misión de la OPAQ y otras actividades restantes.
"En la fecha límite del presente informe, las contribuciones totales a ese Fondo ascendían a 17,2 millones de euros", destaca.
El informe precisa que los acuerdos de contribución fueron firmados con Alemania, Canadá, Mónaco, Nueva Zelanda, Corea del Sur, el Reino Unido, EEUU, Finlandia, Francia, Chile, Suiza, Suecia y la Unión Europea.
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Según reveló más tarde el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, el ataque destruyó las instalaciones del CIEC en Barza y Yamraya, donde la OPAQ efectuó varias inspecciones y no encontró "ningún rastro de actividades que infringieran la Convención de Armas Químicas".
El alto diplomático ruso aseguró entonces que "las instalaciones científicas en Siria se usan solo para actividades pacíficas".
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Damasco rechazó todas las acusaciones de Occidente del uso de armas químicas y recordó que tiene destruido todo su arsenal de tóxicos agresivos, algo que fue convalidado por la OPAQ en 2016.
Moscú, por su parte, calificó el presunto incidente de Duma de "montaje" y criticó enérgicamente el ataque occidental contra Siria, "un Estado soberano que está en la primera línea de la lucha contra el terrorismo".