Fue en febrero pasado cuando las autoridades venezolanas lanzaron la venta preliminar de la criptomoneda petro, destinada a hacer la economía menos vulnerable ante las medidas restrictivas estadounidenses.
El 2 de octubre, el mandatario venezolano causó un revuelo al divulgar las nuevas reglas de su uso. El presidente afirmó que el petro no solamente contribuiría a fortalecer la economía nacional, sino también "revolucionaría la criptoeconomía mundial como nueva forma de intercambio comercial, financiero y monetario".
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Según Maduro, la divisa permitirá que Venezuela cumpla un plan especial de aumento de sus reservas de divisas y apoye el sistema monetario del país.
Villa explica que una vez implicada la criptodivisa, el país utilizaría dos divisas a la vez —bolívares soberanos en el mercado interior y el petro, para los pagos internacionales.
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"El Gobierno intenta aprovecharse del único recurso cuya producción es más estable y que determina la economía. Pretende también crear un efecto psicológico para la población, y para ello nombra la moneda 'petro', para que se asocie con el petróleo", agregó el analista.
"Pero en caso de que el Gobierno no aclare cuáles son los criterios y los parámetros que determinan el tipo de cambio, el petro no aprovechará los efectos positivos en lo tocante a la confianza dentro y fuera del país", advirtió.
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