"Los ingenieros eléctricos han advertido de un momento histórico: el sistema energético de Crimea ha dejado de ser deficitario", ha dicho Cherezov.
El viceministro ha añadido que los exámenes a los que se han sometido las centrales termoeléctricas rusas de Táurida, Balaklava y Sákskaya han arrojado muy buenos resultados. Estas tres centrales pasarán ahora a administrar energía a la península. Hasta ahora lo hacían en periodo de prueba.
La península de Crimea había sufrido cortes eléctricos desde que en 2013 pasó a formar parte de la Federación de Rusia. En 2015, la caída de una de la torres de alto voltaje provocó una explosión que interrumpió el suministro energético. En 2016, las cuatro ciudades más grandes, Simferópol, Sebastopol, Yalta y Feodosia, se quedaron sin electricidad durante media hora. En 2017, Crimea sufrió un apagón total provocado por la desconexión de cuatro líneas del puente eléctrico. Se espera que los trabajos en Táurida, Balaklava y Sákskaya pongan fin a este tipo de incidentes.
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