El tipo de cambio era de 39 pesos por dólar para la venta en el estatal Banco Nación, cuando el 1 de octubre cerró en 40,5.
La nueva política monetaria del Gobierno de Mauricio Macri que entró en vigor el 1 de octubre concedió un respiro al peso argentino, que se depreció de manera abrupta y casi continuada desde fines de abril, cuando se cotizaba a 20,8 unidades por dólar.
El Banco Central inauguró el 1 de octubre una nueva política monetaria y cambiaria que estableció un esquema de flotación del tipo de cambio entre los 34 y los 44 pesos, ajustable en 3% mensual.
Más aquí: La dolarización, ¿una pastilla o un veneno para Argentina?
Mientras la divisa estadounidense se cotice dentro de esa franja, el Banco Central no intervendrá en el mercado.
Con el fin de absorber pesos del mercado, la entidad monetaria también subastó a siete días las Letras de Liquidez (Leliq) a las que solo pueden acceder los bancos, y así adjudicó 71.060 millones de pesos (unos 1.776 millones de dólares).
La tasa de interés promedio de las Leliq fue del 67%, con picos de hasta 72%, una cifra sin precedentes en los últimos años.
No te lo pierdas: Claves para entender el colapso inducido de Argentina
Las reservas del Banco Central se mantuvieron el 1 de octubre en 48.838 millones de dólares, pero el riesgo aumentó debido a las altas tasas de las Leliq, y superó el 2 de octubre los 600 puntos.
