"Nuestra posición de principio es intransigente, solo las partes implicadas pueden lograr un acuerdo a largo plazo, sin intervención desde fuera y exclusivamente en el marco legal y en base del amplio apoyo de la sociedad", dijo el ente diplomático y al añadir que el acuerdo de Prespa sobre la denominación de Macedonia no cumple con esos criterios.
El ministerio acusó a los políticos de los países de la OTAN y la UE de participar directamente en la campaña de propaganda e intervenir en los asuntos internos de Macedonia.
"Pese a que dos tercios de la población macedonia no apoyó el acuerdo de Prespa, las autoridades de la UE y la OTAN, así como Washington, saludaron inmediatamente los resultados de la votación", prosiguió.
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Por lo cual el ente denunció una "evidente intención de acelerar la incorporación de Skopie en la OTAN sin considerar la opinión del pueblo macedonio".
El pasado 30 de septiembre se celebró el referéndum sobre el cambio de nombre de Macedonia a República de Macedonia del Norte, que debe permitirle entrar en la OTAN y la UE.
Según la Comisión Electoral nacional, el 91,46% de los votantes considera que Macedonia debe aceptar el acuerdo de junio pasado con Grecia sobre el nuevo nombre del país y tomar el rumbo a la integración euroatlántica.
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El plebiscito macedonio, de carácter no vinculante, estuvo marcado por su baja participación del 36,91%, inferior al mínimo necesario del 50%.
