"Un vez más, nos unimos a la comunidad internacional haciendo también un llamado para el levantamiento del bloqueo a Cuba, que se ha extendido por demasiados años, afectando las capacidades de su población para generar desarrollo y prosperidad", expresó la vicepresidenta.
En 2014, durante el mandato de Obama (2009-2017) los dos países iniciaron un proceso de normalización de relaciones, que se reanudaron en 2015 con la reapertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.
A partir de ese momento, las dos administraciones firmaron varios acuerdos que permitieron incrementar las relaciones culturales, comerciales y turísticas.
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Pero el bloqueo, que EEUU llama embargo, no fue levantado por el Congreso estadounidense.
En junio de 2017, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó revertir la política hacia Cuba impulsada por Obama.
"Desde abril, hemos expresado nuestra preocupación por el deterioro de la institucionalidad y la erosión sistemática de los Derechos Humanos en Nicaragua (…) La situación en Nicaragua no es sostenible. El diálogo sigue suspendido (…) La crisis en ese país tiene el potencial de escalamiento con un impacto directo en la estabilidad y el devenir del desarrollo en Centroamérica", afirmó la canciller.
Campbell Bell dijo que la represión bajo el Gobierno de Daniel Ortega ha causado pérdida de vidas e instó a la comunidad internacional y al Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a mediar para lograr un calendario para encontrar una salida a la crisis.
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"La represión selectiva, la intimidación y la criminalización han socavado una a una las libertades de su población. Debemos mencionar que la grave situación de ese país ha cobrado varias centenas de vida. (…) El Gobierno ha expulsado a la Misión de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos", afirmó.
La crisis se originó en abril por una serie de protestas opositoras que derivaron en duros enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Campbell Barr dijo que "Costa Rica reitera su convicción de que solo el camino del diálogo comprometido y efectivo, entre todas las partes, con un acuerdo serio sobre un calendario para la democratización, puede ser la solución al conflicto. Hoy, solicitamos a la comunidad internacional y al Secretario General participar con la diplomacia preventiva y la mediación frente a esos graves acontecimientos".
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La situación en Nicaragua y la de Venezuela han figurado en muchos de los discursos de los líderes mundiales en la Asamblea General.
Costa Rica respalda a la CPI como una herramienta legítima de justicia, dijo la vicepresidenta.
"Reafirmamos nuestro respaldo al mandato de la Corte Penal Internacional y abogamos para que aquellos que han tomado la decisión de retirarse, vuelvan a la causa del Derecho Penal Internacional; sostenemos contundentemente que la Corte es legítima, es una herramienta de justicia internacional y debe de fortalecerse", dijo Campell Barr.
Ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de EEUU, Donald Trump, dijo que nunca renunciará a su soberanía apoyando a la CPI y la considerará siempre como una institución global ilegítima.
EEUU rechazó a la CPI desde que el organismo se propuso por primera vez durante la administración Bill Clinton (1993-2001), alegando que sería utilizada por los enemigos de EEUU para ataques políticamente motivados contra estadounidenses que prestan servicio en el extranjero, especialmente funcionarios del Gobierno.
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Más recientemente, los planes del tribunal para investigar posibles crímenes de guerra en Afganistán, incluyendo acciones de miembros del servicio estadounidense, hicieron que el consejero de seguridad interna John Bolton advirtiera que Washington tomaría represalias penalizando a la CPI con sanciones, no muy diferentes a las que normalmente se reservan para terroristas entidades y otros enemigos de EEUU.
Costa Rica está dispuesta a ayudar a superar la situación que atraviesa Venezuela con una salida pacífica a la crisis, en la que se han cometido violaciones a los derechos humanos, dijo la vicepresidenta y canciller del país centroamericano, Epsy Campbell Barr, ante la Asamblea General de la ONU.
Venezuela atraviesa una crisis política y económica marcada por escasez de productos esenciales y elevada inflación, lo que ha derivado en la emigración de cientos de miles de ciudadanos, situación que es calificada por la comunidad internacional de crisis humanitaria.
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El presidente Nicolás Maduro denuncia que sectores productivos del país se han aliado para incrementar el costo de vida y generar malestar en la población, como parte de un manual de ataque no convencional de EEUU para desestabilizar su administración.