Previamente, el proyecto británico de investigación periodística Bellingcat, que ya ha sido acusado de tergiversar datos, comunicó que Ruslán Boshírov, que el Reino Unido considera como uno de los sospechosos en el caso Skripal, es "en realidad" un coronel de la Dirección General de Inteligencia de Rusia (GRU) y se llama Anatoli Chepiga.
Agregó que "no hay pruebas, entonces continúa la campaña de desinformación, cuya tarea principal es desviar la atención de la pregunta principal: '¿Qué pasó en Salisbury?'".
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A principios de marzo, Serguéi Skripal, exoficial de la inteligencia militar rusa, reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, fueron encontrados inconscientes en la ciudad de Salisbury, al salir del restaurante Zizzi, supuestamente envenenados con una sustancia de acción neuroparalizante.
Nada más abierta la investigación, Londres responsabilizó a Moscú de estar detrás del suceso y afirmó que la toxina fue supuestamente desarrollada por Rusia.
El pasado 5 de septiembre, la Fiscalía británica imputó a nacionales rusos Alexandr Petrov y Ruslán Boshírov por el incidente de Salisbury.
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, afirmó que los dos sospechosos eran oficiales del servicio de inteligencia militar ruso y que probablemente usaron identidades falsas.
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Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, remarcó que Boshírov y Petrov son civiles.
En una entrevista a RT y a Sputnik, Petrov y Boshírov también rechazaron las acusaciones británicas y dijeron que habían realizado un viaje turístico a Salisbury, que no sabían nada sobre los Skripal y que, al parecer, todo fue una "fatal" coincidencia.