En este contexto, el Ministerio de Asuntos Interiores hizo una declaración conjunta con otras instituciones gubernamentales del país y de la ONU.
El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, calificó a los Cascos Blancos de "héroes de nuestra época".
"Los respetan por su coraje, por salvar vidas. Fueron nominados para el premio Nobel de la Paz. Nos alegramos de que los primeros Cascos Blancos se trasladen a Gran Bretaña", agregó el canciller.
Por su parte, el ministro del Interior del Reino Unido, Sajid Javid, precisó que la organización ha salvado más de 115.000 vidas.
Pese a la apología que suelen articular los altos funcionarios de los países occidentales, en cierto momento la actividad de los Cascos Blancos llegó a causar una fuerte polémica.
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A su vez, el Ministerio de Defensa ruso denunció la implicación de la organización en la escenificación de los supuestos ataques químicos en las localidades sirias de Jan Sheijun en 2017 y en Duma en 2018.
El presidente sirio, Bashar Asad, ya había afirmado que los miembros de ese grupo en realidad son partidarios de la organización terrorista Al Qaeda (prohibida en Rusia).
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