"Israel, como siempre, intentará persuadir a Rusia de que cancele el acuerdo o al menos lo posponga, porque está claro que esta decisión está dirigida contra él", dijo a Suleiman a Sputnik.
Según el experto, la decisión de Rusia influirá, además, "en las posiciones internas del Gobierno sirio, en particular, en lo que se refiere a Idlib".
Estratégicamente, dijo Suleiman, "se configurará una correlación de las fuerzas con Israel un poco más favorable para Siria".
Al mismo tiempo, no descartó la posibilidad de que Tel Aviv intente destruir los S-300 en territorio sirio.
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Shoigú explicó que Rusia había suspendido el suministro del S-300 a Siria a petición de Israel en 2013, cuando ya estaba listo para el envío y los militares sirios ya estaban entrenados para manejarlo, sin embargo, "ahora la situación ha cambiado y no es por culpa nuestra", subrayó.
El IL-20 fue derribado por un cohete del sistema S-200, lo que provocó la muerte de 15 efectivos rusos.
El Ministerio de Defensa ruso calificó las acciones de Israel de intencionadas y hostiles.
Israel lamentó el derribo del IL-20 ruso en Siria y atribuyó la responsabilidad a Damasco, Teherán y al movimiento chií libanés Hizbulá.
