"Reunida con la ONU, después de más de seis meses sin respuestas, denuncio la indiferencia del Gobierno brasileño en la ausencia de Justicia frente a la ejecución política de Marielle", aseguró Benício, quien también pidió apoyo internacional para que se realice una investigación imparcial, según informa un comunicado de Amnistía Internacional.
Fue asesinada a tiros el pasado 14 de marzo en el centro de Río de Janerio junto al conductor del vehículo en el que viajaba, y más de seis meses después las autoridades no consiguieron detener a sus asesinos, ni tienen indicios de quién podría estar detrás del crimen.
"Sigo afirmando que las autoridades brasileñas tendrán las manos sucias de sangre hasta que respondan quién mató y quién mandó matar a mi compañera Marielle Franco", remarcó Benício.
La viuda de la concejala se reunió con la alta comisaria adjunta de la ONU para los Derechos Humanos, Kate Gilmore; con la relatora especial de la ONU para Ejecuciones Sumarias, Agnes Callamard, y con miembros de equipos de relatores especiales de la ONU para defensores de Derechos Humanos y Violencia contra la Mujer.
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También recordó las preguntas realizadas al Estado brasileño sobre la intervención militar decretada en el estado de Río de Janeiro, y las preocupaciones con las violaciones de derechos humanos derivadas de esta medida, inédita en la democracia brasileña.
La viuda de Franco viajó a Ginebra acompañada de una comitiva formada por miembros de Amnistía Internacional Brasil, Conectas, Redes da Maré y el Observatorio de la Intervención.
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El objetivo es denunciar la impunidad del asesinato de Franco y la violencia derivada de la intervención en Río de Janeiro, que fue decretada en febrero y supuso apartar a los responsables de la seguridad pública del Estado para poner en su lugar a altos mandos de las Fuerzas Armadas.
