Según el diario, el Departamento de Justicia contactó a Xinhua y CGTN "en las últimas semanas", algo que –dice WSJ– "coincidió con la intensificación de los esfuerzos de funcionarios de EEUU para contrarrestar la influencia de los Estados extranjeros y el endurecimiento de su postura respecto a una serie de medidas políticas de China".
"El portavoz Marc Raimondi no ofrece comentarios", dijo la oficina de prensa a esta agencia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el 19 de septiembre imponer aranceles adicionales del 10% sobre importaciones chinas por unos 200.000 millones de dólares; las tarifas entrarán en vigencia el 24 de septiembre y aumentarán al 25% a partir del 1 de enero de 2019.
Asimismo, Trump no excluyó la posibilidad de imponer otras tarifas, sobre 267.000 millones de dólares de importaciones chinas, si Pekín continúa adoptando contramedidas.
A principios de agosto China amenazó con responder con aranceles del 25, 20, 10 y 5% sobre 5.207 artículos importados de EEUU por valor de 60.000 millones de dólares, sin embargo, este martes, aplicó solo los del 10 y el 5%, pero subrayó que dará una respuesta correspondiente si Washington le sigue aumentando tarifas aduaneras.
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La subida de la tasa arancelaria, a la que el gigante asiático respondió simétricamente, ya se aplicaba desde el 6 de julio a mercancías por valor de 34.000 millones de dólares.
El presidente estadounidense llegó a amenazar en julio con gravar mercancías chinas por 500.000 millones de dólares, prácticamente la totalidad de lo que EEUU importa de China.
A mediados de noviembre de 2017, el Departamento de Justicia de EEUU incluyó a la cadena rusa RT America en su lista de 'agentes extranjeros' alegando una polémica ley del año 1938 conocida como FARA, y aunque aseguró que la medida no afectaría la labor del medio, más tarde el Congreso estadounidense retiró la acreditación a los periodistas de la cadena.
