"La previsión para este año es de unos 553 millones de toneladas. En 2021, la producción llegaría a su auge, de 570 millones de toneladas, tras lo cual podría entrar en una curva descendente y disminuir hasta 310 millones de toneladas en 2035", dijo Nóvak durante una sesión del Gabinete que se centró en los incentivos a la industria petrolera.
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A partir de 2022, advirtió el ministro, los ingresos generados por este sector podrían contraerse en unos 3,3 billones de rublos anuales (unos 48.700 millones de dólares), y las inversiones, en 1,3 billones (unos 19.200 millones de dólares).
Los retrasos, argumentó el ministro, ralentizan el incremento de la producción e impiden aprovechar las capas gasíferas de yacimientos.
"Proponemos acelerar la puesta en servicio, estipulando beneficios para las franjas de aceite finas en función de su espesor saturado efectivo", dijo.
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